Sara Sofía: Bebé, mi nena, mi manzanita. A veces pienso en ti dentro de muchos años, no sabes cuánto me intriga saber cómo serás, qué tipo de ropa usarás, qué música, qué amigos... No puedo intuirte aún, hoy que sólo balbuceas y sonríes con tu pequeño hoyito en la mejilla, con tus ojitos que brillan de curiosidad y tus movimientos tan inuqietos.
Hija, gracias por venir. Me has dado una gran lección, y no termino de aprender. Nunca ha sido en vano todos esos meses en los que vivimos tantas cosas. No hay mejor recompensa que tu pequeña humanidad, tus ganas de descubrir, tu llanto y sonrisa simultánea, tus gritos de felicidad en las tardes... Cuando seas grande tal vez vayamos a algún café y te cuente nuestra historia, espero hacer las cosas bien y no dejarme llevar por esa adultez maldita que luego estanca la inteligencia.
No espero nada de ti, hija, así que lo que tú decidas siempre estará bien. Tú no serás (ni eres) responsable de mi felicidad, por lo tanto tampoco serás culpable de lo contrario. Te quiero por lo que eres en este momento y serás después. Mi pequeña escuela, mi experimento, mi espejo, mi forma de seguir creciendo, mi satisfacción inevitable.
–Clau–
–Clau–
1 comentarios:
pues... solo diré que me siento muy felíz por ti, que me encanta que lo analices de esa forma, que vivas asi tu maternidad.... (era algo que no me hubiera imaginado de ti, para ser sincera, jaaaaa) pues eso y decirte que hoy llueve bien rico por aca.... sería perfecto si estuviera en casa viendo tv pero qué se le va a hacer....
Abrazos!!
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