Adri, hijo, Santi, hijo hijo hijo, justo es decirte a qué clase de mundo llegas, ahora que se ve que te va quedando corta esa matriz, quién sabe cuánto has de pesar pero ya pateas y te mueves en búsqueda de espacio, de aire, de aprensión, eso nos gusta tanto, Santiago, Adrián, Adriano, tu mami no quiere que te pongamos así, teme que se burlen de ti en la escuela.
Y ese es uno de los problemas, aquí y ahora, y siempre, la gente aburrida de sí mismas que en el insulto constante encuentran una especie de centro, de forma de equilibrarse, pero bueno, mira lo que hago, empiezo a sacar aquí los traumas, empiezo a hablarte con términos como centro, una de las inquietudes de tu viejo no tan ídem.
Pero es que soy nuevo en esto, y sí, tienes razón, eso es una de esas justificaciones que tanto odiamos tu mamá y yo, cuando las cosas nunca son así de sencillas, lo más fácil es venir a decirte que no soy bueno en esto por no tener experiencia, pero ¿cómo serlo entonces sino es a base de escribir y escribir y entenderte y tocarte? (por cierto, la experiencia no es lo único que garantiza el conocimiento y el dominio de algo, hay en juego más cosas, como la intuición, por ejemplo, la tranquilidad, la concentración, son otras)
¿A qué clase de mundo vas a llegar? Hay algo llamado religión que opera más o menos así: Una transmisora vía satélite difunde códigos electrónicos que un aparato especial los decodifica en imágenes visuales, eso se llama televisión, que es algo así como el templo moderno de Dios, y la variedad de programas son las doctrinas. Por ejemplo están los futboleros, que cada determinado tiempo se vuelven héroes siempre y cuando sus equipos favoritos ganen, o los reality-shows, que son productos que supuestamente difunden una televisión realista con gente común y corriente, sin experiencia en el medio, sólo que carecen de ese mentado realismo que promueven ya que suelen colocar a esos conejillos de indias en situaciones que tú y yo difícilmente viviremos habitualmente, ya los veremos juntos, ya veremos canales con caricaturas las 24 hrs. del día, otra eminencia difícil de no adorar.
Hay muchas otras entidades respetadas, hay mucho qué decirte a través de estas cartas, pero tu mami, aquí a mi lado checando páginas de embarazo (te vamos a tener en agua, probablemente sin anestecia, probablemente a finales de abril) se siente cansadita porque hemos caminado más que de costumbre, estamos en un café internet y ya es hora de volver a casa.
-AlbEs-
Hace 12 años.
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